El acero seguirá sufriendo en 2017

China es el epicentro de los profundos cambios en el sector.

                         

China es el epicentro de los profundos cambios en el sector del acero, que presenta a nivel global un comportamiento en pagos complicado marcado por el exceso de capacidad, la baja demanda, la presión sobre los precios y los altos costes de producción, según el último estudio difundido por Crédito y Caución. Hasta tiempos muy recientes, el país asiático fue un motor de crecimiento para la industria del acero, acaparando la mitad de la demanda mundial.

Sin embargo, desde 2014 la demanda china ha descendido significativamente: no solo ha dejado de importar sino que su sector productivo ha incrementado notablemente sus exportaciones. En 2015, éstas aumentaron un 20% y en 2016 podrían crecer aún a doble dígito. A medida que los excedentes de acero de China han ido encontrando su camino en los mercados internacionales, sus bajos precios ha ejercido presión global, lo que ha provocado caídas de hasta el 40% en la cotización de algunos metales y problemas de sobrecapacidad en todo el mundo.

 

A pesar de ese incremento de las exportaciones, el sector del acero registra en China un mal comportamiento en pagos desde hace dos años y un aumento sustancial de las insolvencias. Se prevé que la demanda de acero en China disminuya todavía un 4% adicional en 2016 y un 3% en 2017. Ante este entorno, la Administración china quiere reducir la sobreproducción de acero y consolidar la industria concentrando el 60% de la capacidad total en diez productores principales.

 

En India, las importaciones de acero aumentaron casi un 3%, mientras que las exportaciones disminuyeron un 27%. Con el fin de proteger a los productores nacionales del acero barato, principalmente chino, la Administración india ha fijado precios mínimos de importación y diversas barreras no arancelarias en un entorno en el que se espera que la demanda nacional de acero aumente por encima del 6% debido al impulso de construcción, bienes de consumo duradero y proyectos públicos de mejora de infraestructuras y viviendas.

 

En Alemania, los balances de muchas empresas de acero muestran pérdidas ya que el exceso de capacidad y la bajada de precios han generado una fuerte competencia, con menores ventas y márgenes. Pese a todo, el sector ha registrado ligeros crecimientos que muestran su capacidad para afrontar las importaciones baratas de China y otros competidores extranjeros con su ventaja competitiva: productos de alta tecnología para subsectores como automoción, construcción e ingeniería mecánica.

 

En Reino Unido, a la situación general del mercado se añade la incertidumbre debida al Brexit, que ha afectado especialmente a la construcción. En Italia, el sector está inmerso en un proceso de consolidación y fusión de operadores para afrontar un marco muy complejo. La producción italiana de acero disminuyó más de un 7% en 2015, y continúa la misma tendencia en 2016. Además de una caída de la demanda interna, el sector ha de afrontar el bajo coste del acero chino, un 15% más barato y el cierre de alguno de sus mercados más importantes para la exportación, que han impuesto límites a las importaciones de acero.

 

Fuentes: Metales y Metalurgia y Tafer